Revista Izquierda

No. 79, abril de 2019

Por una paz sin ergástulos, libertad para Santrich
Francisco Javier Toloza
El sueño de la paz anhelada por millones de colombianos y colombianas tras más de medio siglo de guerra y un lustro de álgidas negociaciones se ve seriamente afectado. En efecto, el caso de Jesús Santrich, mucho más allá de la suerte del estelar arquitecto del Acuerdo de La Habana, incide de manera significativa sobre el nuevo momento político y el futuro mismo del proceso de paz.
La fisura en el bloque de poder catalizada por la bancarrota de la salida militarista al conflicto social armado y el proceso de negociación con la guerrilla de las FARC-EP decantó a un importante sector del establecimiento en un proyecto de perpetuación de una guerra que les genera ingentes réditos políticos y económicos. Expresiones estratégicas de la “Vieja Colombia” se han conjurado para abortar el potencial transformador que reside en el Acuerdo de Paz y han mejorado su correlación de fuerzas dentro del bloque hegemónico, en medio de cierta pusilanimidad cómplice del espectro político que representara el “santismo”, que fuera nítidamente la facción predominante en esta disputa hasta la firma del Acuerdo Final.

No. 78, marzo de 2019

Reflexiones para una comprensión del momento político
Jairo Estrada Álvarez
Las objeciones presidenciales al proyecto de ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz son la evidencia más contundente de la enorme distancia que hay entre la retórica gubernamental acerca del compromiso con la implementación del Acuerdo de paz y las actuaciones adelantadas en forma mancomunada entre el poder ejecutivo, la bancada del Centro Democrático y sus aliados más cercanos en el Congreso de la República. A ello se agrega la trama que han montado esos dos poderes públicos con la obligación de incorporar en el Plan Nacional de Desarrollo un capítulo específico de la implementación (PPI) para atender lo ordenado explícitamente por el acto legislativo 01 de 2016, en su artículo 3.º, el Documento CONPES 3932 de 2018 y el Plan Marco de Implementación. En ambos casos se está demostrando que el camino por el que ha optado la facción del bloque de poder que hoy gobierna al país, es el de avanzar hacia la consumación de la perfidia.
Más allá de los debates jurídicos –en buena medida ya ...

No. 77, diciembre de 2018

90 años después de la huelga de los obreros bananeros
Jesús Gualdrón
Colombia sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo para ser sindicalista. Si no el más peligroso de todos. Según la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) entre 1973 y julio de 2018 se registraron en el país 3.129 asesinatos de dirigentes y activistas de las organizaciones sindicales del campo y la ciudad. En promedio, 6 crímenes mensuales. Y cobijados, naturalmente, por la más absoluta impunidad.
Tal como sucedió con la masacre de Santa Bárbara, donde fueron sacrificados 12 habitantes de esa población, heridos más de cien y encarceladas alrededor de 80 personas, a quienes condujeron a las instalaciones del Batallón Girardot. En esta ocasión –como en el caso de las bananeras en diciembre de 1928– también fue el ejército colombiano el que disparó contra el pueblo trabajador y también para defender los intereses de los patronos: de la United Fruit Company, en un caso, y de Cementos El Cairo (luego cementos Argos), en el otro. Ministro de Trabajo en febrero de 1963 era Belisario Betancur Cuartas, a quien hoy la oligarquía colombiana despide en “olor de santidad”, sin que hubiera sido investigado por su responsabilidad en este y en otros trágicos episodios de nuestra historia reciente: ¿Cuál fue su verdadero papel (...)

No. 76, noviembre de 2018

Es momento de indignación, protesta y movilización
Jairo Estrada Álvarez
El mandato de Duque se muestra fiel a algunas de las nuevas tácticas de sectores de la derecha transnacional, que han llegado a la posición de gobierno conjugando la demagogia con la mentira y la producción social del miedo, para desde allí adelantar su verdadera función misional. Se apela incluso a una retórica meliflua desde la que se proyecta disposición al diálogo y la conciliación y se hacen llamados al pacto político y social, concebido como adhesión incondicional a los propósitos del gobierno –con la debida y calculada orquestación mediática, así como con la vieja práctica de asignación de roles, para mostrar presuntas diferencias al interior del gobierno, o de éste con el partido y la coalición mayoritaria. Eso sí, siempre salvando la figura del presidente, el elegido a construir el consenso desde la posición del centro–. (...)

No. 75, octubre de 2018

Otra falacia: La educación no es la prioridad
Jesús Gualdrón
Las multitudinarias manifestaciones estudiantiles del pasado 10 de octubre y el unánime apoyo ciudadano a los estudiantes y docentes universitarios muestran las enormes dimensiones de los conflictos propios de la educación pública en Colombia. Una situación que no es nueva y que no solo afecta a la educación superior. En efecto, la crisis educativa presenta diversas manifestaciones que van desde la tendencia a la privatización de la universidad pública, la cual incluye su desfinanciación, pasando por la baja cobertura de la educación superior y la deficiente calidad de la misma–que se manifiesta de manera diferenciada, pero afecta tanto a sectores de la educación privada como de la pública–, hasta la crisis de la educación pública en los niveles preescolar, primaria, media y básica. (...)

No. 74, septiembre de 2018

¡Que viva el autoritarismo!
Jesús Gualdrón
El ministro de Defensa, Guillermo Botero, quien ya había llamado a disciplinar la protesta social mediante la expedición de una ley estatutaria con ese propósito, se pronuncia nuevamente en contra de la movilización social expresando que esta es financiada por grupos armados ilegales, por “mafias de verdad, mafias supranacionales”, cuya estrategia no consistiría en atacar a la Fuerza Pública de manera directa, sino –como es fácil inferir– utilizando para ese fin a los movimientos sociales: “Entonces cada vez que ustedes ven que cerraron la Panamericana o ayer que me [sic] cerraron unas carreteras en Nariño (...) detrás de eso siempre hay mafias organizadas (...)”1.

No. 73, agosto de 2018

Todos contra la corrupción
Jesús Gualdrón
El próximo 26 de agosto tendrá lugar en todo el territorio nacional la Consulta Anticorrupción. Esta somete a aprobación por parte de los votantes siete preguntas relacionadas con aquellos asuntos que, en el sentir popular, se hallan íntimamente vinculados con la insoportable corrupción que azota al país, la cual alcanza la astronómica cifra de 50 billones de pesos anuales y ha venido creciendo permanentemente a ojos vistas ante la impasividad de las instituciones del Estado encargadas de combatirla. En Colombia, en lo fundamental, la corrupción se ha beneficiado de una extendida impunidad. Tal vez esto explique la paradójica necesidad de una consulta popular para combatirla.

N° 72, diciembre de 2017

Sobre algunas definiciones no coyunturales de la coyuntura de la implementación
Jairo Estrada Álvarez
A poco más de un año de los acuerdos de La Habana celebrados entre las FARC-EP y el Gobierno Nacional es necesario señalar que la implementación es un campo en disputa y al mismo tiempo un proceso que compromete el futuro de la presente y de las siguientes generaciones de colombianos y colombianas.
Esa consideración permite explicar la aguda confrontación entre las fuerzas políticas y sociales que se resisten a cualquier propósito de reforma o que conciben los acuerdos de paz como la simple absorción sistémica de la rebelión armada, por una parte, y aquellas que pretenden desatar la potencia transformadora contenida en lo acordado hacia transformaciones más profundas de la sociedad colombiana, por la otra. ...

N° 71, marzo de 2017

Escollos de la implementación temprana del Acuerdo Final
Jairo Estrada Álvarez
La implementación del Acuerdo Final entre el Gobierno y las FARC-EP ha resultado mucho más compleja de lo esperado. En honor a la verdad, las FARC-EP han cumplido a cabalidad con lo que les corresponde en la fase inicial. Primero, han cumplido con el cese bilateral de fuegos y hostilidades definitivo (lo cual debe predicarse también de las Fuerzas Militares). Salvo incidentes menores y aislados, puede afirmarse que no hay hecho de guerra alguno que pueda registrarse en las estadísticas de la confrontación entre Gobierno y FARC-EP. Segundo, se ubicaron en las zonas de pre-agrupamiento que no estaban previstas en el Acuerdo y luego sin que una sola de las 26 Zonas Veredales Transitorias de Normalización - ZTVN estuviera aprestada, se trasladaron a ellas, ubicando una fuerza cercana a los 7.000 guerrilleros y guerrilleras. Se sabe que vienen contribuyendo a los alistamientos de la infraestructura, tarea que en sentido estricto no les corresponde. ...

N° 70, febrero de 2017

Colombia: Entre la transparencia y los atajos
Jesús Gualdrón
Las guerrilleras y los guerrilleros de las FARC-EP han hecho su entrada masiva a las Zonas Veredales Transitorias de Normalización en un gesto de consecuencia política y de decisión inquebrantable de honrar los acuerdos de La Habana. En canoas, en buses, en camionetas, a lomo de mula o a caballo y, cómo no, a pie, los vimos llegar con sus fusiles al hombro y la esperanza pintada en sus rostros. El país entero fue testigo de un hecho que hace apenas unos meses era inimaginable, cuando las pantallas de televisión mostraron el momento en que los combatientes farianos saludaban a los soldados del ejército nacional que prestaban guardia en las inmediaciones de los campamentos. Después de esto, incluso los más escépticos tienen que convenir en que es posible que esta vez la paz haya llegado para quedarse. Las FARC-EP, por lo menos, así lo están confirmando.
Tanto más encomiable es el gesto de la guerrilla si se tiene en cuenta el lamentable e irresponsable espectáculo de improvisación e incumplimiento por parte del Gobierno Nacional en relación con la adecuación de la infraestructura necesaria para el apropiado funcionamiento de las zonas de normalización. (...)