No. 44 mayo de 2014

El Paro Agrario: La insurgencia de los de abajo
Jesús Gualdrón Sandoval
Mientras que la campaña por la reelección de Santos y la del uribismo, cuyo candidato de guiñol, Zuluaga, busca infructuosamente ocultar la mano del titiritero Uribe, compiten por demostrar que la una es más oscura y corrupta que la otra –con evidente desprecio por las verdaderas necesidades y aspiraciones del pueblo colombiano–, el movimiento de los campesinos en paro creció y se fortaleció con la presencia de nuevos contingentes a lo largo y ancho del país. En 120 000 se calcula el número de campesinos, indígenas, afrodescendientes, trabajadores y estudiantes que se movilizaron desde La Guajira hasta Nariño y desde Chocó hasta el Vichada en una demostración impactante de unidad y decisión de lucha, que contrastó con la actitud beligerante y represiva del Gobierno nacional y sus voceros, quienes no pudieron ocultar su arrogancia y su estupefacción ante la fuerza de un movimiento que encarna explícitamente el poder constituyente de los de abajo, tradicionalmente reprimido y acallado por la violencia oficial y la invisibilización mediática.
No tardaron los agentes del Gobierno y de las grupos económicos que sacan provecho del modelo agrario extractivista y de despojo que se ha venido implementando en el país en calificar al Paro y la movilización agraria como una acción política desestabilizadora, teniendo en cuenta el contexto electoral en el que ha tenido lugar. Se ha acusado al movimiento de tener “pretensiones políticas” y de ser instrumento de manipulación de los opositores del actual Gobierno. Con ello no ...

Tabla de contenido

Régimen político y discurso
Luchas populares
Neoliberalismo rampante
In memoriam García Márquez
Nuestra América
Crítica Cultural
Editorial